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Mercedes Zavala con Eva Sandoval en ‘Música Viva’ de Radio Clásica

El pasado sábado Eva Sandoval entrevistó a Mercedes Zavala en su programa Música Viva, de Radio Clásica. Si no pudiste escucharlo aquí va el podcast:
http://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-viva/musica-viva-entrevista-mercedes-zavala-23-10-16/3766398/

'Disfrutamos de la buena compañía de la compositora madrileña Mercedes Zavala, con la que hablamos de su maestro Malcom Singer, de su fascinación por la música africana, de sus estudios de filosofía y de su labor en el ámbito de las mujeres en la música. Continuamos charlando sobre el disco monográfico que le ha dedicado la revista Sibila titulado "El ángel de lo súbito. Margen poético 2000-2014". Comentamos algunas de las obras incluidas en él, como "Colección de Haikus" y "Variaciones en blanco", así como el artículo que la poeta Noni Benegas escribió sobre ella en Sibila. También hablamos de una de sus últimas partituras, "D'aquest vells cecs", y de sus próximos proyectos.'

CD: EL ÁNGEL DE LO SÚBITO (margen poético 2000-2014)

Sibila 49 dedica su disco monográfico a Mercedes Zavala.
En él se recogen obras instrumentales de la compositora que están sustentadas en referencias poéticas, a veces de manera muy intensa, otras veces sugerida, pero siempre evitando el uso explícito del texto.













En la revista, tres artículos en torno al disco y la obra de Mercedes Zavala:
El primero, a cargo de Tomás Marco, proporciona una visión del conjunto de la obra de Zavala y de las obras incluidas en el disco (Mercedes Zavala: de la poética cultural al oficio sonoro); en el siguiente Noni Benegas reflexiona sobre la poesía puesta en música desde una perspectiva muy personal  (El ángel de lo súbito), y en el último la propia compositora (Margen poético 2000-2014) aporta el resto de las claves poéticas y los textos concretos que nutren las composiciones presentadas.


Los textos:

MERCEDES ZAVALA: DE LA POÉTICA CULTURAL AL OFICIO SONORO Tomás Marco

MERCEDES ZAVALA: DE LA POÉTICA CULTURAL AL OFICIO SONORO

Tomás Marco


Haber alcanzado la madurez creativa significa para cualquier artista una cierta mirada hacia lo hecho como impulso para lo que queda por hacer. Mercedes Zavala es una compositora en la cúspide de su capacidad creativa y sus realizaciones muestran la intensa coherencia de su ideal vital con el artístico en una obra donde podemos encontrar la concreción sonora de una praxis musical que parte de la idea para llegar al resultado a través de un impecable oficio.

Madrileña, formada en su ciudad natal, se suele referir siempre al influjo de su maestro de la londinense Guidhall School, Malcolm Singer, como a un factor determinante. En efecto, de él recibe la perfección de ese oficio y también la pasión por transmitirlo, pues también Mercedes ha desarrollado una gran labor didáctica a través de su trabajo en el Conservatorio Teresa Berganza de su ciudad. Pero en ella eso es una consecuencia de su pensamiento global solidario que la ha llevado a otros campos desde la militancia feminista hasta la integración cultural de la música o el trabajo de campo en Senegal donde tomó buena nota de la música africana sin ninguna intención pintoresquista. Por eso, la creación en ella es la plasmación de su inquietud cultural, el trasvase a un mundo de formas abstractas sonoras de una afán integrador que intenta llevar más allá la expresión de lo verbalizable. Prácticamente toda su obra es la expresión de un singular oficio; prácticamente también toda ella se basa en un mundo de ideas exterior que trasvasa a lo sonoro. Todo ello está presente en las obras de este disco que repasaremos someramente en progresión cronológica.


Seis propuestas para el próximo milenio es pieza compuesta en 2000 para cuatro percusionistas que tocan principalmente láminas: vibráfono y dos marimbas más crótalos afinados y platos. Su punto de partida son las seis conferencias que Italo Calvino pronunció en 1985 en la Universidad de Harvard, aunque falleció antes de la última. Los títulos son I (Levedad)-II(Rapidez)-III(Exactitud)-IV (Visibilidad)-V(Multiplicidad)-VI (…). Se tocan sin interrupción, no deberían fragmentarse y la obra se dedica a Paloma Parra. No hay cita de los textos, hay la traslación poética a una realidad sonora de estos pensamientos sobre literatura y estética. Y eso nos lleva a una concepción de la percusión como elemento tímbrico capaz de crear su propio espacio-tiempo para llegar a expresar lo que en Calvino se circunscribe a la palabra.

La apoteosis nocturna de Andoar es de 2001 siendo un encargo del INJUVE. La pieza está concebida para flauta, clarinete, piano, percusión, violín y violonchelo y dedicada a Jacobo Durán-Loriga. El punto de partida literario es aquí el libro de Michel Tournier Vendredi ou les limbes du Pacifique publicado en 1967 y premiado por la Académie Française. Se trata de una reinterpretación del mito de Robinson Crusoe y el salvaje Viernes donde la relación acaba transmutándose y donde Viernes sacrifica al macho cabrío Andoar como una proyección del propio Robinson. Ciertamente una historia conceptual que no se trata de describir con sonidos sino de llegar sonoramente a mundos paralelos más abstractos sobre la presencia de (del) “otro” aquí simbolizado a través de la raíz de la danza, que es un esbozo de elementos de la música africana que no deben nada a un “nacionalismo turístico”.

Colección de Haikus es un complejo de micropiezas pianísticas de 2002. Surge por impulso de Andrew Melvin, pianista y compositor, que a su regreso de Japón le propone trabajar sobre esa forma poética. Son ocho Haikus (el sexto dedicado a Malcolm Singer) aforísticos sobre textos en su mayoría antiguos y un Tanka final algo más largo.  La compositora considera importante conocer el contenido de cada poema aunque deja libertad al pianista sobre como hacerlo. Y  ciertamente el contenido sonoro de estas miniaturas está íntimamente relacionado con la concentrada poesía de los textos.

Variaciones en blanco nace en 2008 como encargo del Plural Ensemble y es para flauta, clarinete, piano, violín , viola y violonchelo.  La obra toma el título del de un poemario de Ada Salas a quien está dedicada.  Un leve bloque armónico estático aparece periódicamente y abre y cierra la obra como trasunto de ese blanco en torno al cual se organizan una serie de variaciones motívicas. Es como un polo de atención de donde nace y hacia donde tiende una música que es un modelo de racionalidad compositiva al mismo tiempo que de capacidad poética conseguida a través del medio sonoro.

Remanso es una obra encargada por el VIII Festival Internacional de Música Contemporánea de Tres Cantos que se escribe en 2008 para orquesta de cuerda con un mínimo de siete partes de violín, tres de viola, dos de violonchelo y una de contrabajo. La compositora dedica la obra al Monasterio de Santa María de la Vid donde está compuesta en un momento en que necesitaba sosiego y reposo. Aunque la partitura lleva una cita de Juan Ramón Jiménez, pienso que el punto de partida es el tiempo-espacio suspendido y la tranquilidad de una Naturaleza que aquí se expresa a través de un tapiz sonoro especialmente sensible que es, a la vez, delicado e intenso.

Jardines lejanos nos trae en 2009 un nuevo acercamiento al piano. Es un encargo del INAEM para el vigésimo aniversario del Auditorio Nacional. La obra surge de un texto (Música y jardines, los jardines del mundo de Manuel de Falla) de Consuelo M.Correcher a quien la obra se dedica. Son tres movimientos sin títulos separados que, como en Remanso, nos acercan al mundo de la Naturaleza aunque en este caso de una naturaleza menos abstracta y más humanizada incluso por alguna alusión a los jardines fallianos de los que el texto habla. Sin embargo, es, como siempre en la autora, una alusión poética y no una cita o descripción.

El ángel de lo súbito  es la más reciente de las obras recogidas pues data de 2014. Fue un encargo del INAEM de nuevo para el Festival Internacional de Música Contemporánea de Tres Cantos y está escrita para el Trío Arbós. La base son poemas de Noni Benegas a la que se dedica la obra junto a Jesús Gironés. Tres movimientos I. Los relojes, ¿pesan? , II. Las palabras son tan ágiles, los días tan lentos, III. Piensa que habría que mover el cuerpo. Se tocan sin solución de continuidad y reflejan un tratamiento muy refinado de los instrumentos como consecuencia de la asunción poética de los textos.

EL ÁNGEL DE LO SÚBITO NONI BENEGAS

EL ÁNGEL DE LO SÚBITO 

NONI BENEGAS


La invitación ponía: concierto-recital en directo "Colección de haikus" de Mercedes Zavala con Elena de Santos Cámara al piano. Cuando llegué a Tres en Suma, donde iba a tener lugar la audición, me dieron unas hojas con el texto de los haikus. Para mi sorpresa, nadie los cantaba. Aunque, sospecho que una parte mía ya lo sabía, pues la invitación no mencionaba a ningún cantante. Y eso debe de haberme llenado de curiosidad, puesto que me levanté temprano ese domingo para llegar al mediodía al concierto. 


Oír haikus al piano. Intenté, cómo no, acordar la lectura de los versos con los sonidos en busca de imágenes que me remitieran a ellos. Pero no. Podía reconstruir una campana por aquí, o un horizonte por allá; el esfuerzo era inútil. Pronto me ganó otra capa más honda, que emergió de debajo de esa superficie imaginada; una suerte de magma donde todo pululaba, vivo. El tipo de cosas que se oyen en la parte baja del esternón entre las costillas flotantes, en esa oquedad donde tu cuerpo propicia la resonancia. Al final, saludé a la compositora y le comenté la experiencia. Me aclaró de inmediato: no busco describir el poema. Ajá. Entonces, esto es lo que podría llamarse una “puesta en sonidos” –me dije-  así como nosotros, los que investigamos en poesía, hacemos una “puesta en palabras”, jugando con el sentido del vocablo puesta (en escena) proveniente del teatro. 


Poco tiempo después, apareció en Fondo de Cultura Económica mi antología esencial “El ángel de lo súbito”, con poemas escogidos de siete libritos anteriores, y se la envié a Mercedes Zavala. 

Gran lectora, no tardó en leerlo a su modo, y al cabo, me devolvió su lectura en forma de trío para violín, violonchelo y piano. Lo estrenó el Trío Arbós en el Festival Internacional de Música Contemporánea de Tres cantos en 2014. 


Algo muy atávico mío surgió y embargó el auditorio. Semejante a cuando leo en público mis poemas. Como desnudarme a través de ellos. Esas eran sus vibraciones, ciertos tempos, ciertos tonos. Una extrañísima obscenidad. Dios mío, qué manera de mostrar, pensé. Por otro lado, me consoló suponer que la gente todavía no está muy habituada a esa escucha, porque era tan obvio que Zavala había captado la ritmicidad de mi estilo, que me sentí felizmente expuesta. Si tuviera que dar una imagen sería como cuando te hacen un electrocardiograma, y van apareciendo tus pulsaciones en la pantalla. 

Es cierto que de por si los poemas revelan algo más que las mismas palabras; el resquicio abierto por esa larga vacilación entre sonido y sentido, de que hablaba Valéry. Tan ligado a la respiración, al pulso, al anclaje psicosomático de la mente, inseparable de los fluidos vitales. Por eso aprecio tanto cuando el ángel de lo súbito me visita, y me hace ver de repente algo. Una iluminación que sube como esa ola de Hokusai, y se demora unos instantes antes de caer. Instantes en los que cuajas el decir. Poemas en suspensión, porque como decía Casals, el ritmo es retardo. 


Mercedes hizo su mini-antología y seleccionó cinco poemas que cuentan una historia, o mejor: una deriva, hecha de tensiones, quiebres, paciencia, dolor, expectativa y cierta felicidad en la persistencia. 

Mi conocimiento de poemas puestos en música contemporánea llegaba hasta Luigi Nono. De joven, me deleitaba repitiendo el refrán del poema de Pavese: é la voce del mare fatta ricordo… La voz percutía, por así decir, y yo la repetía por toda la casa como dentro de una caracola. Mientras aquí, la voz ausente repercute en los instrumentos, que la versifican con sus timbres propios, sus colores, su temperatura…


Mercedes Zavala me abrió otra puerta; una que da a estancias todavía más prometedoras, más exigentes y de mayor gratificación. Me enseña y me recuerda cuales son las cuerdas que hay que tocar, las claves que hay que investigar, el campo que todavía queda por explorar. 

Unos meses después de la audición de la pieza, empecé a trabajar con una directora de teatro, experta en vocalización, que maneja ambos registros, el español y el argentino. Busco aprender a leer mis poemas como una partitura, para poner de relieve el valor sonoro y emocional de cada palabra, para medir su peso y el de cada silencio, cada interrogación.. Para perder la timidez y conocer el alcance de lo que escribí; para asumirlo y defenderlo. Gracias, Mercedes, una vez más, por tu música.



Los relojes, ¿pesan?


Los relojes, ¿pesan?

un autómata, ¿pesa?

¿pesa el resorte,

el mecanismo simple

de tres compuesto,

el engranaje,

los meros dientes

las manecillas

que abrir quisieran

y desmontar pudieran

la máquina en celo,

el instinto cielo

de un metal candente

como estar vivos?



Las palabras son tan ágiles


Las palabras son tan ágiles

los días tan lentos,

borradores

de una realidad más densa.


El cuerpo amanece escueto

- turbina quieta en espera-

incapaz de hacer flamear el día

como antes su paso de pirata.



Piensa que habría que mover el cuerpo


Piensa que habría que mover el cuerpo. Hacerlo ir. Balancearlo suavemente hasta allí -suficiente el envión- para que luego, dulcemente, vuelva. A esto llama armonía. A airear el cuerpo.


Lo imagina como un ramo de flores que alguien sacude y perfuma el sitio. No sospecha que pueda ser una piedra que le ordenen llevar y luego traer de vuelta. O la carretilla del chiste de aduanas, ella misma, objeto de contrabando. Sí, cada vez que llega se vende, y se vuelve a comprar, para venderse al volver.


Y todo está en paz, y el mundo, la vida, contentos.



Si me hablas se rebobina


Si me hablas se rebobina, sucede: 

el lenguaje es una cadena.

Si haces el silencio con tu ausencia,

no sólo es perfecto por involuntario


Yo no me hablo como un sucederme;

si intento dormir, y no puedo

y bebo, apenas, y entre embriaguez, sueño y vigilia

me quedo acunándome entre mis brazos

anulo el tiempo.


Las conclusiones no concluyen

-hace mucho la explicación es una flor en el ojal, marchita-

no ganan, no pierden

no aluden, por tanto, al tiempo


Si hago el no-tiempo, dentro del tiempo, 

por sustracción del lugar

nada avanzará ni retrocederá

yo estaré en un instante indoloro

tenso con suavidad

extenso por tersura

cobijada, final.



Hokusai


La ola curva

su hueco azul

centellea la espuma.


No cae, espera.

MARGEN POÉTICO (2000-2014) Mercedes Zavala

 MARGEN POÉTICO (2000-2014)          

Mercedes Zavala            



1-9 Colección de haikus


El entorno presiona hacia la grandilocuencia de los formatos llamados mayores: para ser compositora de "envergadura" y prestigio se aconseja un corpus de obras de largas duraciones, orquestas sinfónicas, temáticas épicas, o complejos cálculos fractales, alejándose de temáticas peligrosamente "femeninas" (es decir, menores). Contrariamente a todo lo aconsejado me voy orientando más y más en otro sentido, que siempre estuvo en parte de mi producción. Hacia 2002 me sumerjo en el arte japonés y encuentro un soporte estético, un modelo diferente en el que reconocerme y desde donde sustentar una poética personal y consciente. 


El haiku combina la concisión y la concreción de una visión poética desnudada de toda retórica con un rico trabajo contextual, insertado en una tradición que se perpetúa en continua autorreferencia. Propicia un tejido de materializaciones musicales y de referencias cruzadas, la posibilidad de entrelazarlas con la pasión del coleccionista, cada elemento remitiendo al resto en sus figuraciones, en sus signos, configurando finalmente un espacio simbólico que requiere de toda la concentración de oyente e intérprete. Cada poema se esculpe dentro de un silencio atronador, resultando el antes y el después de cada pieza un momento de gran intensidad, al igual que ocurre en la lectura del haiku poético. 


Canto del loro

roto por la campana. 

Amanece (Zavala)


Tocan campanas: 

dan las seis de la tarde 

en todo el valle (Zavala)


Un clamor de campanas 

alza el vuelo

de las golondrinas (Zavala/U.K.Leguin)


En la campana del templo

posada, duerme 

¡la mariposa! (Buson)


Una mariposa 

bregando sola 

en el vendaval (Shiki)


Fuji en el crepúsculo 

entre los traseros alineados 

de las ranas croantes (Issa)



10 - Variaciones en Blanco


Las palabras que dije ya no / me significan. (Ada Salas, Lugar de la derrota)


Tomo el título y algunas otras cosas del libro de Ada Salas, pero la presencia de los poemas de Variaciones en blanco en mi obra instrumental me resulta a mí misma enigmática. La pieza se construye sobre los poemas en su conjunto, una visión general de todos ellos, algo que los sobrevuela, un espacio que los enmarca. Pero ¿cómo? No sabría aclararlo. En las notas al programa del día de su estreno, escribí esto:  En la pieza musical el blanco es un punto de partida, un fondo que genera el material de las distintas variaciones: se oculta y asoma intermitente pero siempre subyace. Aunque la concepción de cada variación es sin ambages motívica, la atracción por el vacío del blanco actúa como un eje gravitatorio que pende sobre todo el doble discurso al que finalmente envuelve o quizás, doblega. 



11 - Remanso


Andando, andando.

Que quiero oír cada grano

 de la arena que voy pisando.

[...]

Andando, andando.

Mi corazón ya es remanso;

ya soy lo que me está esperando.

[...]

Andando, andando;

¡que quiero ver todo el llanto 

del camino que estoy cantando!


(Juan Ramón Jiménez, Andando)


El estrépito encoje, el canto agranda 


(Juan Ramón Jiménez, Espacio)


12 - Jardines lejanos


 En los jardines con los sentidos aplacados por la oscuridad, aunque se incorporen los destellos estelares y la claridad oblicua de la luna, hay que agudizar el sentido, alcanzar un estado superior de percepción por la contemplación intensificada. Yo soy templo, interiorizo mis percepciones y sacralizo mis sensaciones, mis pensamientos, mis sentimientos, conducido por la selectiva memoria y la liberadora imaginación, suplo la falta de lo excesivamente patente, lo fácilmente aprehensible, y atravieso mi propio espejo, el jardín.


(Consuelo M. Correcher, en Música y Jardines, cf. Los jardines del mundo de Manuel de Falla) 


I  


Llueven estrellas de agua...

(Jardines místicos)


II 


por los parques[...]

luz de estrellas, alas de ángeles...

(Jardines galantes)


III 


Estoy envuelto en la tarde

como en un sueño violeta:

(Jardines dolientes)


(Juan Ramón Jiménez, Jardines lejanos.)


13 - Seis propuestas para el próximo milenio


Quizá, en lugar de contarles cómo he escrito lo que he escrito, sería más interesante hablar de los problemas que todavía no he resuelto, que no sé cómo resolver, ni qué me llevarán a escribir...


1.Levedad


Mi labor ha consistido las más de las veces en sustraer peso; he tratado de quitar peso a las figuras humanas, a los cuerpos celestes, a las ciudades; he tratado, sobre todo, de quitar peso a la estructura del relato y al lenguaje.


2.Rapidez


El arte gracias al cual Shahrazad salva cada noche su vida reside en saber encadenar una historia con otra y en saber interrumpirse en el momento justo: dos operaciones sobre la continuidad y la discontinuidad del tiempo.


3.Exactitud


El poeta de lo vago puede ser sólo el poeta de la precisión, que sabe captar la sensación más sutil con ojos, oídos, manos rápidos y seguros.


4.Visibilidad


La fantasía del artista es un mundo de potencialidades que ninguna obra logrará llevar al acto;


5.Multiciplidad


Hoy ha dejado de ser concebible una totalidad que no sea potencial, conjetural, múltiple.


6.Consistencia


El final realmente importante es aquel que [...] pone en entredicho toda la narración.


(Italo Calvino, extractos de Seis propuestas para el próximo milenio).



14 - La apoteosis nocturna de Andoar


Serrés l’un contre l’autre à l’abri d’une roche en surplomb, Robinson et Vendredi perdirent bientôt conscience d’eux-mêmes dans la grandeur du mystère où communiaient les éléments bruts. La terre, l’arbre et la vent célébraient à l’unisson l’apothéose nocturne d’Andoar.


Apretados el uno contra el otro, al abrigo de una roca saliente, Robinsón y Viernes perdieron en seguida la conciencia de sí mismos en la grandeza del misterio en que comulgaban los brutos elementos. La tierra, el árbol y el viento celebraban al unísono la apoteosis de Andoar.


(Michel Tournier , Vendredi ou les limbes du Pacifique).



15 - El Ángel de lo súbito 


Resultado de un inesperado, felicísimo e inspirador encuentro con la poesía de Noni Benegas. En su artículo "El ángel de lo súbito",  incluido en este número de Sibila, ella misma explica como nadie podría hacerlo el origen y sentido de la pieza, y ahonda en aspectos esenciales de mi recorrido poético-musical.