Mercedes Zavala
El océano sin nombre (2003)
para orquesta sinfónica
Dedicada a José Luis Pérez de Arteaga, se
inspira en la conocida obra de Stanislav Lem Solaris.
Es la obra de Lem una profunda
reflexión sobre las limitaciones epistemológicas del ser humano. Seguramente,
como afirma un personaje de la novela, "no tenemos necesidad de otros
mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos.
Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta cómo es."
Este océano incognoscible, innominado, de-constructor,
quizás inteligente y consciente, es una bella imagen de lo vivo, de
la fuerza creadora, de aquello que existe y actúa más allá de nuestra
comprensión.
Reseñas del estreno:
El océano sin nombre es
una página ambiciosa y algo sombría, con motivo literario. Muy bien escrita, de
forma clara, variedad de juego tímbrico y anhelo de una libre tonalidad. La
autora recibió muchos aplausos.
Carlos
Gómez Amat (EL MUNDO, Lunes 29 de marzo de 2004)
Una obra directa en su
aspecto, compleja en su problemática, lapidaria en su forma, y polivalente en
sus significados semánticos mucho más intrincados que lo que su bien perfilada
apariencia podría sugerir. Me parece que nos hallamos ante una obra breve que,
sin embargo, está trazada con mano maestra.
Tomás Marco (Notas al programa del estreno en marzo de 2004)